Hace tiempo, navegando en busca de información, me encontré con una frase de Steve Young. Para quien no lo conozca es uno de los jugadores mejores jugadores de fútbol americano. En esa frase señala que en el deporte “lo principal es competir contra uno mismo, es ser hoy mejor de lo que eras ayer”.Reconozco que la frase parece sacada de un manual de autoayuda, pero creo firmemente que es la clave del entrenamiento deportivo y que, en consecuencia, especialmente importante dentro de las fases formativas.
En un momento en el que el acceso a la información está al alcance de todo el mundo, en el que los profesionales están cada vez más formados y las teorías sobre el aprendizaje son cada vez más rigurosas, considero prioritario no olvidarse de lo esencial, de los cimientos de todo proceso formativo. En este sentido la frase de Steve Young cobra vital importancia: no competimos contra el rival, ni tan siquiera contra el compañero que actúe en nuestra misma posición, tampoco contra el marcador o la clasificación. Realmente competimos contra nosotros mismos, para ser hoy mejores que ayer. Se trata de aumentar el rendimiento individual, lo que llevará, en buena lógica, a aumentar el rendimiento colectivo.
Inculcar esta idea de auto-mejora en la mente del niño debe ser el principal objetivo del entrenador de base. Mucho antes que la técnica, la táctica o la preparación física. Conseguir que sea capaz de asimilar este concepto facilitará enormemente la labor de los sucesivos entrenadores que el niño vaya teniendo en su proceso formativo posibilitando que se ponga el foco en lo realmente importante. Llevará al niño a buscar una respuesta dentro de si mismo a los problemas que el día a día de la práctica deportiva le vaya enfrentando, olvidándose de las excusas y de responsabilizar a los demás.
Ésta no es una tarea sólo del entrenador. El entorno del niño y, en especial, sus padres, tienen un papel fundamental. Difícilmente el entrenador podrá conseguir llegar al niño si en su casa no le hacen ver que su trabajo, su capacidad de mejorar, centrarse en él mismo para crecer son las claves que le permitirán avanzar en su desarrollo formativo.
El concepto de auto-mejora del que habla Steve Young es uno de los pilares sobre los que cimentar el proceso formativo. Si para los entrenadores es difícil abstraerse de otra serie de cuestiones mucho más atractivas del juego, para los padres también lo es alejarse del idealismo y del proteccionismo con el que se relacionan con sus hijos. Vencer estas dos barreras y hacer de la auto-mejora la base sobre la que enfrentarse al proceso formativo del jugador, permitirá aumentar tanto la eficacia como la eficiencia del mismo centrando los esfuerzos en las cuestiones propias de la disciplina deportiva.